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Las 9 razones por las que tu mente te hace sentir hambre

Estás son algunas de las razones porque tu cerebro te engaña y te hace pensar que tienen hambre.

24horas.cl Tvn

Viernes 15 de noviembre de 2013

Te invade la necesidad de comer y sabes que no han pasado ni 3 horas desde el último bocado. ¿Por qué sientes esta sensación?  La explicación esta en nuestro cerebro.

Resulta que la mente y el cuerpo conspiran para creer que es hora de comer, cuando en realidad estamos a varias horas de ello.

Estas son las nueve razones por las que tu cerebro te engaña y te hace sentir hambre, elaborado por huffingtonpost.es:

No dormir lo suficiente: Cuando tu cuerpo no ha descansado lo necesario y te faltan horas de sueño, existen mayores niveles de la hormona Ghrelin en tu cuerpo, la que desencadena la sensación de tener hambre. Además, al no dormir bien el cuerpo sufre antojo de carbohidratos y alimentos con muchas calorías, alimentos que sirven para recargar las energías. Esta es la posible razón por la que las personas con problemas de sueño tienen más tendencia y riesgo de obesidad.

 

El día anterior comiste demasiado: Se trata de una creencia que no tienen base científica, sin embargo suele suceder que cuando te duermes con el estómago repleto, despiertas con más hambre.  Según explica Meredith Melnick, autora de Healthy Living's, se explicaría por el alto contenido de almidón consumido el que modificar los niveles de azúcar en la sangre, creando la sensación de falta de alimento.

A las mujeres, cuando están en periodo premenstrual: Suele suceder que las mujeres crean más apetito durante su periodo premenstrual, esto se explica, aunque no está comprobado, por la segregación de progesterona, la que crea incomodidad con el cuerpo y mayor apetito.

Un 'pésimo' desayuno: Es considerada la comida más importante del día y la que generalmente es más fácil de saltarse, lamentablemente un mal desayuno significa un día con mucha sensación de apetito. Un buen desayuno debe tener proteína, la que evita que durante el día ingieras grasas y alimentos azucarados.

Tomar medicamentos: Existen varios medicamentos que provocan apetito. Entre ellos, antihistamínicos y pastillas para la artritis. Según el doctor George Blackburn del departamento de nutrición de Harvard Medical School, los medicamentos que causa este efecto se han multiplicado por tres y además aumentaron los trastornos crónicos de alimentación los que muchas veces deben ser tratados para que vuelvan a su estado normal, antes de haber consumido algún medicamento.

 

Tener sed: Cuando sientes deshidratación y se provoca una sensación de fatiga, el cuerpo pide que ingieras calorías para aumentar las energías. De esta forma crees que tienes hambre, pero en realidad tienes sed. Para evitar esta confusión la revista Men's Health propone pensar en un menú de alimentos abundantes, si resulta que mantienes el apetito es verdad, sino es simplemente sed.

Estar aburrido: A lo largo del día muchas de las actividades que realizamos produce "dopamina", la denominada hormona de la motivación, la recompensa y el estímulo. Cuando ingerimos algún alimento segregamos dopamina. En definitiva, si estás aburrido el cerebro buscará alternativas para crear esta hormona y la más fácil pareciera ser crear apetito y comer.

Tomar bebidas bajas en azúcar: Al beber bebidas light o bajas en azúcar el cerebro recibe calorías inexistentes. Esto porque el líquido dulce provoca señales cerebrales que conducen a sentir apetito para compensar la pérdida. En teoría no recibes calorías y quedas con mucho apetito.

 

Estar estresado: El estrés activa partes del cerebro que aumentan el apetito, especialmente de alimentos grasoso o azucarados. Esta activación biológica de comer impulsivamente es muy habitual y claramente no es la mejor opción para aliviar el estrés.

Nota 24Horas.cl con información de Huffingtonpost.es