La primera vez que Chile llegó a la cumbre del Everest, hubo dos equipos tratando de clavar antes que el otro la bandera en la cima.
La historia recuerda la coincidencia de dos de los más grandes eventos del año consagrados a la música chilena. Entre el 16 y 18 de noviembre se desarrollará en el Centro Cultural Estación Mapocho la tercera versión de Pulsar, la Feria Internacional de la Música de Santiago.
Justo en la mitad del evento consagrado a reunir a los distintos actores la industria musical, está programada la tercera Cumbre del Rock Chileno, una maratónica cita de shows de bandas y solistas locales.
Pulsar 2012 es una feria integral que busca acercar a todos los involucrados en la escena local. Sellos discográficos, medios de comunicación, productoras, escuelas de música, tiendas de instrumentos, editoriales y conferencias son parte de los atractivos de una cita que además ofrece una diversa oferta de shows nacionales.
Al otro lado, la nueva versión de La Cumbre del Rock Chileno promete más de 30 artistas con énfasis en la generación actual. Todos desfilarán sobre el escenario montado en el ex Aeropuerto Cerrillos, actual Ciudad Parque Bicentenario, espacio al aire libre que debuta recibiendo espectáculos masivos.
No hay dudas de que estamos ante dos muy buenas alternativas para acercarse al excitante momento que vive hoy la música chilena. Lo lamentablemente es que quedan compitiendo por un público demasiado parecido al coincidir en la agenda.
Habrá muchos interesados en las dos citas que deberán elegir entre un evento y descartar el otro gracias a un tope de fechas perfectamente evitable. La Cumbre del Rock fue programada varios meses después que Pulsar y en sus productores está la respuesta a una coincidencia que ojalá no afecte mayormente la convocatoria de ninguno de los dos eventos.
La cuenta optimista dice que hoy la escena musical tiene contenido suficiente para armar citas tan grandes y atractivas como Pulsar y La Cumbre del Rock Chileno. Que estén programadas juntas tiene la misma lógica que vimos cuando dos bandos chilenos competían al mismo tiempo por la cima del Everest.