La bebida energética nació en los años 80, fruto de la imaginación del austriaco Dietrich Mateschitz.
A partir de 1987 el brebaje comenzó a comercializarse y lo hizo por primera vez en Austria, su país de origen.
La taurina, cafeína y las vitaminas, sus componente básicos, prometen desde entonces una vida llena de acción y dinamismo. No solo para deportistas extremos, sino también a personas comunes necesitadas de un impulso extra para terminar la tarea o conseguir el objetivo que se han trazado.
Jóvenes y adultos recurren a esta bebida energética para mantenerse activos en fiestas y reuniones sociales, pero también para conseguir lucidez en jornadas nocturnas de estudio.
En la actualidad, sigue con el mismo eslogan que ala vio nacer: “Red Bull te da alas” y vende más de 35.000 millones de latas en todo el mundo, según publica forbesmagazine.es.
La compañía sigue creciendo, asociándose a grandes desafíos mundiales, disciplinas deportivas de alto rendimiento y pruebas extremas.
¿Cómo lo hace esta compañía para mantenerse vigente y expandir su imperio? Tal vez sus oficinas tengan algo que ver. Espacios y ambientes ventilados, amplios, casi sin límites. Un lugar, que como su eslogan, “te da alas”. Mira esta galería.