"Siento que mi hermano lo escogió para mí como un último regalo", asegura Erin, una joven de Estados Unidos, junto a su pareja, Connor, el hombre que recibió el corazón de su hermano en un trasplante. Ambos protagonizan una insólita historia de amor que ha sorprendido en todo el mundo.
Connor Rabinowitz sufría una enfermedad hereditaria en el corazón que le diagnosticaron a los diecisiete años y que requería de un trasplante urgente.
Por otro lado, Kellen Roberts, un joven de 22 años que viajaba por Dakota del Sur, sufrió accidente y perdió su vida. Pero su muerte podría dar vida a Connor, pues resultó que el corazón del joven era totalmente compatible con el suyo.
Rabinowitz recibió el corazón de Roberts y, tras el trasplante, decidió que debía dar las gracias en persona a la familia de aquel joven cuyo corazón le permitió seguir viviendo.
Pero jamás habría pensado que, además de un nuevo corazón, acabaría recibiendo amor. Rabinowitz se enamoró a primera vista de Erin, la hermana de su donante.
"Nos llevamos bien de inmediato y nos hicimos amigos", explicó el joven. Erin también se sintió atraída instantáneamente por el hombre que llevaba el corazón de su hermano.
"No tengo palabras para describir esta conexión", aseguró en varios medios estadounidenses.
La pareja comenzó una relación a distancia hasta 2012, año en que se trasladaron a Seattle para poder vivir juntos.
"Saber que una parte de quien amabas tanto continúa viviendo no me cabe en la cabeza. No es un metáfora, mi hermano consiguió regalar la vida a otra persona y un nuevo amor", detalla Roberts en una entrevista al diario británico Daily Mail.
Cuando Erin echa de menos a su hermano, asegura que apoya la cabeza en el pecho de Connor.