Incluso más que al músico, en Argentina hoy lloran a uno de sus cineastas más influyentes; Leonardo Favio deja un legado cinematográfico de culto, en una faceta menos conocida en Chile.
Cintas como "Crónica de un niño solo", "Nazareno Cruz y el lobo" , "El romance del Aniceto", "La Francisca" y "Gatica, el mono", son consideradas piezas fundamentales al otro lado de la cordillera.
Su cine posee una mirada personal y apasionada que hacen de cada película una introspección hacía los sentimientos, emotividad e ideales del Favio; elementos que generaron un fenómeno de culto en torno a sus filmes.
A pesar de su éxito como músico, siempre tuvo inquietud por el séptimo arte. Así comenzó a escribir guiones que confluyeron en su primera producción cinematográfica, el cortometraje "El Amigo", estrenado en 1960.
Favio obtuvo Premios Goya y el de la Asociación de Críticos Cinematográficos, entre otras distinciones. Argumentos que lo convierten en emblema del cine argentino.
Sus colaboradores más cercanos lo recuerdan como un creador muy obsesivo: un eterno adolescente, hipersensible e intuitivo.
A continuación, la primera incursión de Favio en el Cine con el cortometraje "El Amigo" de 1960.
Fotos: El Clarín