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Los Bunkers: profetas en otra tierra

Los cinco de Concepción llevan más de cuatro años radicados en México, tocando en todo tipo de lugares, pero nunca habían tenido la posibilidad de que un buen grupo de chilenos los viera allá.

Manuel Maira

Jueves 6 de diciembre de 2012

No era cualquier show.

La presencia de la delegación chilena en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) le daba un toque especial al concierto en que Los Bunkers representarían a Chile en el evento literario más importante de Latinoamérica.

Los cinco de Concepción llevan más de cuatro años radicados en México, tocando en todo tipo de lugares, pero nunca habían tenido la posibilidad de que un buen grupo de chilenos los viera allá.

La delegación chilena pudo comprobar que en Guadalajara a Los Bunkers les piden muchas fotos. Que cuando prueban sonidos los esperan decenas de chicos para verlos. Que cuando pactan una conferencia, hay muchos medios dispuestos a darles buen espacio. Que los años en México están rindiendo.

Por la explanada de la FIL que se realizaba en la Expo de Guadalajara, ya habían pasado Los Jaivas, Javiera Mena, Gepe y Pedropiedra. Todos bien recibidos por un público que se ubicaba cómodamente en sillas frente al escenario y de pie atrás y en los sectores laterales.

Había espacio para todos. Para Los Bunkers sacaron las sillas. Se calculaba que podían llevar más gente. Lo que nadie calculaba, era que llegarían muchos más que los seis mil que la Expo podía recibir.

A la hora del show, los nerviosos efectivos de seguridad cerraron las puertas del lugar. Los Bunkers tenían a unas mil personas fuera viendo en una pantalla el concierto que adentro hacía vibrar a una masa de mexicanos.

Era casi imposible transitar. Donde antes había sillas, un grupo de gente salta y canta como si la Expo de Guadalajara fuera el Caupolicán.

Los Durán, los López y Mauricio Basualto, repasaban su repertorio con la precisión de un reloj y citas a Violeta Parra y Los Ángeles Negros, junto a su guitarrista y fundador, Mario Gutiérrez. Invitado preciso para una noche mexicana especial. No era cualquier show.

Los Bunkers se notaban particularmente sensibles en un concierto donde se les mezclaban historias en Chile y México.

Muchas fotos de una vez. Emocionante. Arriba y abajo del escenario. En camarines celebraron con su gente. La cuequera María Ester Zamora no aguantó las lágrimas al ver triunfar tan lejos a los chicos provincianos que conoció cuando todavía nadie los conocía.

En su hotel, Los Bunkers brindaron y guitarrearon hasta la madrugada con parte de la armada chilena en Guadalajara.  

No fue cualquier concierto.