Sus películas son sinónimo de "taquillazos" históricos, grandes historias, novedosos efectos especiales y un sinfín de récords.
Sin embargo, Steven Spielberg no parece contar con el amor incondicional de la industria del cine de Estados Unidos, que le recuerda cada cierto tiempo que hace falta algo más que ser el "Rey Midas de Hollywood" para conseguir un Oscar.
El director natural de Ohio tiene dos estatuillas en su haber como mejor director, por "La lista de Schindler" (1993) y "Salvando al soldado Ryan" (1998), así como otra más como mejor película por la historia del hombre que salvó a cientos de judíos de morir en el Holocausto.
Un historial que cualquiera querría, sin duda, pero que parece poco para el creador de hitos del celuloide como "E.T.", "Parque Jurásico", "El imperio del sol", "Encuentros cercanos del tercer tipo", "Atrápame si puedes" o la saga de Indiana Jones, por decir sólo algunos títulos.
Este domingo se vivió el último golpe de la Academia con su aclamado filme "Lincoln", que tenía 12 nominaciones y sólo se llevó la de mejor actor para Daniel Day-Lewis y otra de carácter técnico por la dirección artística, un botín considerablemente menor para una película que aspiraba a hacer historia y a encumbrar a un Spielberg que ya se fue de vacío el año pasado pese a tener seis nominaciones con "War Horse".
Hay que recordar que el exitoso realizador ya sufrió la peor humillación de la historia de los Oscar en 1985, cuando "El color púrpura" no se llevó ningún premio en una noche en la que partió con once nominaciones. En 2005, las cinco nominaciones de "Munich" también se quedaron en nada.
En total, son 15 las nominaciones para mejor director y película que ha obtenido en su carrera, con sólo tres reconocimientos.
Ben Affleck -ganador de la mejor película por "Argo"- quiso homenajear al realizador de 66 años en su discurso: "Steven Spielberg, quiero reconocerle, creo que es un genio y un talento gigantesco entre nosotros". Una palabras que tal vez aliviaron un poco al director, que también vio cómo el premio al mejor director iba para el taiwanés Ang Lee por "Pi, una aventura extraordinaria".