Desde su creación en 1986, la empresa de cine animado Pixar ha sido una verdadera máquina a la hora de generar películas con gran penetración en todo tipo de público, no sólo entre los niños.

Bajo esa línea, el diario español El País hizo un repaso por siete momentos con claros mensajes "para adultos" dentro de populares cintas como "Ratatouille", "Up" y "Toy Story", entre otras. Si bien se trata de situaciones que resultarían incómodas a la hora de explicárselas a menores de edad, el reportaje de Juan Sanguino valora la sutileza con que son tratados temas como el bullying, la muerte o el adulterio, sin crear un impacto mayor en los consumidores infantiles.

1. "Ratatouille": Los 30 segundos que descubren un caso de "bullying":

El infranqueable y cruel villano Anton Ego fue "vulnerable" durante 30 segundos en el film de 2007. Esto ocurre justo en la parte donde le toca probar el plato "ratatouille", obra del aspirante a chef Alfredo Languini, quien cuenta con una rata como ayudante.

Al probar el delicioso bocado, Ego se teletransporta a un momento de su niñez donde sufría por las hostigaciones de sus compañeros de colegio, y en que sólo el mencionado plato cocinado por su madre lograba hacer volar su mente y olvidarse del infierno escolar durante unos instantes.

2. "Up": Nacimiento, vida y muerte de un matrimonio en 10 minutos

Al comienzo de este largometraje de 2009, Ellie y Carl formalizan un feliz matrimonio dando la impresión de que el desarrollo de la película girará en torno a su vida juntos. Sin embargo, no logran pasar ni diez minutos cuando ella llega al final de sus días, sin que antes el film muestre "las frustraciones y la cotidianidad que solo alguien que haya tenido relaciones sentimentales puede hacer suyas".

3. "Toy Story 3": asumir la inevitable muerte

Para los niños no logra resultar chocante, pero la escena de la incineración masiva de los juguetes entre los que se encuentra Buzz Lightyear y sus amigos logra una profundidad que sólo la madurez logra decodificar: el inexorable paso del tiempo y la llegada de la muerte. Aunque el instinto de supervivencia los lleva a luchar por sus existencias, no pasan muchos segundos hasta que se dan cuenta que la mejor manera de enfrentar este minuto es de manera colectiva.

4. "Los Increíbles": El adulterio

Cuando Bob decide volver a la lucha contra el crimen, en paralelo comienza a sentir la necesidad de adrenalina. Es ahí cuando su mujer, Helen, asume la posibilidad cierta de perder a su marido y cree que la engaña con otra mujer.

Ante ello, la madre de Jack-Jack, Violet y Dash no ve más opción que despedirse de su hombre de manera pacífica, en pos del bienestar de su familia.

5. "Buscando a Nemo": El pez con trastorno de personalidad múltiple

Cuando el protagonista se encuentra dentro de un acuario en la consulta de un dentista, comparte con varios tipos de peces que, por motivos naturales, se encuentran un tanto desequilibrados mentalmente producto del encierro.

Es ahí donde destaca Deb, un pez hembra que piensa que su reflejo es Flo, una supuesta hermana gemela con la que interactúa a lo largo de la cinta hasta que el plancton de la pecera hace que pierda su rastro y se desespere.

Cabe destacar el gran recurso de esta película de 2003, la cual juega con la ausencia de memoria que sufren los peces, una condición que aprovecha al máximo justamente con este personaje.

6. "Wall-e": El descubrimento del amor

Si hay una condición que tienen los robots, es que pueden imitar en varias cosas a los seres humanos menos a la hora de experimentar sentimientos. Sin embargo, cuando Eva  convierte sus extremidades en manos para agarrar objetos, tras varios años de soledad Wall-e siente unas ganas inevitables de tomar su mano y sentir sensaciones similares a una escena del video VHS de Barbra Streisand, "Hello Dolly". Sin dudas, una parte de esta película de 2008 que hace pensar a los adultos en un sólo concepto: amor.

7. "Bichos": El sádico saltamontes colonialista

La política también se entremezcla de manera disfrazada en esta cinta de 1998, la segunda de Pixar tras Toy Story. Ello queda patente en una escena donde el villano Hopper, uno de los saltamontes que llega con un grupo a dirigir una colonia de hormigas, los hace entender de manera sádica (asesinando a tres secuaces) los peligros de una posible sublevación conjunta de las dominadas: perpetuación de las clases sociales, explotación de los trabajadores y el miedo de la clase dominante ante la certeza de que si la clase obrera cae en la cuenta de que son más y más fuertes, la revolución será inevitable.

Hopper ocupa este recurso para demostrarle al resto que las hormigas deben vivir amenazadas para ser productivas.