Las fotografías que dejaron en evidencia la violencia con la que el multimillonario Charles Saatchi sostuvo una discusión con su esposa, la reconocida chef Nigella Lawson, llevaron el caso hasta la policía.
Saatchi reconoció este martes que acudió hasta la estación policial de Charing Cross, donde fue interrogado por las imágenes que muestran a la pareja en la terraza del restorán Mayfair de Londres. Allí el magnate agarra por el cuello a su esposa, mientras ella llora.
Aunque no fue arrestado, Saatchi recibió una advertencia por el incidente. Esto significa que debió reconocer la ofensa, indica el DailyMail.
"Aunque Nigella no presentó ninguna queja, voluntariamente fui a la estación de policía y recibí una advertencia luego de una conversación con mi abogado, porque pensé que era la mejor alternativa en vez de dejar que esto nos moleste por meses", dijo horas más tardes el coleccionista de arte en el Evening Standard, donde escribe una columna.
La Policía Metropolitana también reconoció que el hombre de 70 años acudió a entregar su versión a las autoridades, pero indicó que Saatchi puede ser nuevamente interrogado por detectives durante las próximas semanas debido a la investigación de los hechos.
Antes de atender sus asuntos policiales, el millonario dedicado al arte había dicho también al medio Evening Standard que lo que fue fotografiado fue el momento en que discutía con Nigella Lawson por los niños y tomaba su cuello para enfatizar su punto de vista.
"No hubo daño, solo un agarrón juguetón. Las fotos son horribles, pero dan una impresión más drástica y violenta de lo que sucedió. Las lágrimas de Nigella se debían a que los dos odiamos discutir, no porque fuese herida", señaló Saatchi.
Lo cierto es que la reconocida chef, que también se desempeña como conductora en la televisión británica, abandonó su casa junto a sus hijos sin que se sepa si es por un tiempo determinado o una decisión definitiva.
Fotos: DailyMail / Reuters