En la ciudad italiana de Milán se duplicaron los casos de exorcismo. La demanda es tal que el jefe de los exorcista de la ciudad, Monseñor Angelo Mascheroni, decidió incorporar una línea telefónica para encargarse de las bendiciones correspondientes.
Ante el punto de vista del sacerdote, no deberían atenderse más de cuatro casos por día. Sin embargo el explosivo aumento generó que se vieran hasta 120 personas en sólo 24 horas, pese a que el número de especialistas aumentó de seis a doce.
"Con tan poco tiempo, apenas podía ofrecerles una rápida bendición.Eso no es suficiente”, dijo Mascheronia Infobae.
La inusual línea telefónica atenderá de lunes a viernes. Su objetivo es guiar al interesado hacia el exorcista más cercano para que los sacerdotes no tengan que viajar largas distancias.
La tranquilidad que dio el monseñor es que la mayoría de los casos de exorcismo no se trata de personas poseídas por el diablo, sino que se trata de papás que angustiados y desesperados que buscan el servicio para que los ayuden a controlar a sus hijos descarriados.
El problema se ha extendido tanto que Mascheroni redobló sus esfuerzos buscando evitar que los charlatanes pongan en riesgos a las familias que desesperadamente buscan colaboración para los momentos de crisis.