Por Francisco Guerrero
Sin duda uno de los mejores shows del año se vivió este miércoles en el Movistar Arena.
Morrissey, el ex líder de la desaparecida banda británica The Smiths, salió a escena con media hora de retraso ante unos 12 mil fanáticos, los mismos quizás que quedaron esperando su fallida visita en 2013 y que por momentos pensaron que el retraso podría significar algo peor: "Con Morrissey nunca se sabe", decían algunos en cancha.
Y no se equivocaron. Con un artista de su talla nunca se sabe, pero eso también significa que puede ser mejor de lo que esperas. "Suedhead" abrió el camino de un shows intenso. Un poco corto, pero intenso.
"Alma matters" y "This charming man" siguieron con nostalgia en un setlist que traería una serie de canciones de su etapa junto a su ex banda y en solitario.
El viaje estuvo acompañado de grandes músicos, los que acompañan a la perfección la notable calidad vocal de Moz a sus 56 años, quienes pusieron al público del Movistar en un camino activista con la potente "Ganglord", mostrando la brutalidad policiaca, "World peace is none of your business", como una bofetada a la indiferencia y un poco más tarde la ya clásica, "Meat is murder", con escenas de verdaderas masacres contra animales.
Luego y ya cercano al final, cuando habían pasado sin pausas canciones como "First of the gang to die" y "Kiss me a Lot", vino el turno de una de las más coreadas por la multitud: "Everyday is like Sunday".
Un pequeño corte y los chicos volvieron. Cambiado de camisa, Morrissey agradeció como dueño del espectáculo, tal vez agradeciendo la espera de dos años, una que se hizo pequeña en el bis que tuvo solamente a "What she said" (de The Smiths) como telón de fondo.
Para cerrar, una camisa lanzada al público y una batería destruida fueron postales entre la multitud que quedó esperando la nueva salida a escena.
El Movistar Arena encendió las luces y se entendió el mensaje culmine de un show generoso, intenso, bien armado y muy bien ejecutado: Morrissey había revalidado el fervor de sus fanáticos y había finalizado abruptamente su primer show en Santiago.
Fotos: Agencia Uno