El afamado arquitecto brasileño Óscar Niemeyer murió este miércoles a los 104 años, en Río de Janeiro.
Niemeyer fue ingresado en el Hospital Samaritano de Río de Janeiro el 2 de noviembre, a raíz de una deshidratación. Desde ese entonces, su estado de salud se deterioró debido a una insuficiencia renal y a episodios de hemorragia digestiva.
Se encontraba próximo a cumplir 105 años y horas antes de su deceso, los médicos informaron que el arquitecto se encontraba "grave", por lo que había sido sedado y respiraba con la ayuda de equipos.
LEGADO PROFESIONAL
Como arquitecto, Niemeyer era seguidor de las ideas de Le Corbusier, y considerado uno de los personajes más influyentes de la arquitectura moderna internacional.
Fue pionero en la exploración de las posibilidades constructivas y plásticas del hormigón armado. Dejó su marca en todo el mundo con estructuras con curvas distintivas del estilo de la era espacial.
Destacaba su gusto por el vidrio y el concreto blanco, tal como queda de manifiesto en el edificio del secretariado de Naciones Unidas en Nueva York, la sede del Partido Comunista de París y la catedral católica de Brasilia.
Dentro de sus obras arquitectónicas están la construcción y diseño de los principales edificios de la futurista Brasilia como nueva capital de Brasil en los años 1960. Entre ellos se cuenta el Congreso Nacional de Brasil, la Catedral de Brasilia, el Palacio de Planalto y el Palácio da Alvorada.