El médico estadounidense Jesse Marcel , quien siendo niño fueuna de las primeras (y pocas) personas que vio y tuvo en sus manos restos del enigmáticoaccidente de un objeto volador ocurrido Roswell, Nuevo México, en julio de 1947,murió a la edad de 76 años.
Marcel era hijo de uno de los oficiales militares queestuvieron en el lugar del accidente y que recogieron escombros en el lugar.
Como oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de EstadosUnidos, Marcel padre fue enviado a investigar el lugar del accidente. Horas después el oficial llegó a su casa ydespertó a su hijo para mostrarle "algo que nunca más volvería a ver".
Jesse Marcel, quien tenía 10 años en ese entonces, dijo quelo que más le llamó la atención entre las cosas que llevó su padre fue unpequeño instrumento que emitía una luz púrpura y que tenía jeroglíficos.
A lo largo de su vida, Jesse Marcel dio entrevistas pararadio, televisión y documentales, y escribió un libro llamado "The RoswellLegacy", donde contaba detalles de la experiencia de su padre.
Marcel estaba convencido de que los restos hallados en Roswell no erande un globo meteorológico, como se informó oficialmente y, más aún, que no erande origen humano.
El médico visitó Roswell por última vez a hace un par demeses, y –según sus familiares- estaba leyendoun libro sobre el fenómeno Ovni cuando ocurrió el deceso.