En principio, hay pocas cosas más inocentes que un niño paseando con su triciclo.
Sin embargo, si se lo está imaginando avanzando plácidamente por el pasto, nada más lejos de la realidad.
Y es que desde Brasil llega una estremecedora imagen en la que se ve a un niño ingresando a una autopista y recorriéndola en su precario vehículo de tres ruedas, en medio de todos los autos que transitan a gran velocidad.
Esto ocurrió en el centro de Rio de Janeiro, en una pronunciada rampa de asfalto que parecía ideal para deslizarse y especialmente irresistible para este chico, de apenas 8 años.
Muchos aseguran que estas imágenes muestran unos de los grandes problemas sociales que vive Brasil, que son las inmensas autopistas que lo invaden todo y dejan aislados a barrios enteros, complicando la movilidad y el juego de sus habitantes.
En todo caso, un auténtico monumento a la irresponsabilidad y el riesgo.