Comienza el año y aparecen las proyecciones.
El 2014 sobre 270 mil jóvenes rindieron las PSU, pero muchos de ellos no saben hasta la fecha qué hacer con su futuro.
En este camino existen diversas opciones tales como elegir una carrera técnica, una profesional, trabajar o tomarse un año sábatico. Esta última opción para muchos no es bien vista, aunque sí se le saca partido puede transformarse en una verdadera oportunidad.
“Un joven en promedio madura a los 23 años, pero existen muchas presiones agobiantes que se ejercen sobre ellos antes de esto. En este sentido, un año sabático es recomendable siempre que haya una buena comprensión de los padres y un legítimo sentido de responsabilidad de parte del joven. Si se tiene esto, entonces el año puede ser un buen espacio de búsqueda y de autoconocimiento”, dice el psicólogo de Vidaintegra, Fernando Marchant,
Este tiempo debe ser aprovechado de diversas formas. En el plano personal se pueden atender las propias necesidades dejando fuera las expectativas de terceros. También, puede ser útil para averiguar más sobre las carreras que existen en el mercado.
“El joven puede informarse, conocer y comparar las mallas de las universidades e instituciones. Incluso, una buena idea es preguntar las impresiones a aquellos que están estudiando o ejerciendo una carrera”, aconseja el psicólogo.
Si la razón del break es que no le alcanzó el puntaje deseado, se puede ocupar el período en estudiar para reforzar las materias más débiles haciendo facsímiles, leyendo libros y guías de estudio, asistiendo a clases con profesores particulares o matriculándose en un preuniversitario.
Pero, ¿cómo lograr que un año sabático sea productivo y no se transforme en un tiempo de flojera y excesos?
Consejos para tomarse un año sabático productivo
1. Considere que es importante tomar en cuenta a sus padres en la decisión, juntos como bloque unidos enfrentando el desafío.
2. En lo personal, si no se ve maduro, si no evalúa ser responsable en el autocontrol, es mejor que no se arriesgue a tomarse un año porque puede desviarse el timón.
3. Considere que cada experiencia es útil, siempre y cuando se tome con responsabilidad.
4. Evalué bien si no está cursando un cuadro depresivo, de ser así, es importante buscar ayuda especializada para un buen diagnóstico y tratamiento.
5. El nivel de motivación debe ser alto y los pensamientos pro activos para llegar a buen resultado.
6. Mirar cada fracaso, como una oportunidad que te acerca al éxito. Siempre creer en ti mismo, valorarte siempre.
Además, es importante considerar la estructuración de nuevos hábitos para así no perder el tiempo, como por ejemplo, hacer un horario semanal en que se agende cada actividad.
Al salir del colegio, se viene con un training de rutina de estudio que se pierde en este periodo. Es importante mantener la constancia de ciertas responsabilidades, y hacer compromisos semanales, como por ejemplo, crear un horario de estudio.
Este podrá ser programado de acuerdo a los tiempos del propio joven, pero dentro de este no deberán existir interrupciones de ningún tipo. Es aconsejable avisarles explícitamente a familiares y amigos cuáles serán estos horarios para que no se produzcan intervenciones al momento de estudiar.
“Es muy recurrente que durante el año sabático, las personas pierdan el rumbo y se olviden de sus metas. Los jóvenes no deben olvidarse del porqué de su decisión. Si se tomaron un año, deben tener claras sus propósitos. Para esto, no solo la mente debe estar preparada, sino que también el cuerpo. Es importante respetar las horas de sueño correspondientes, evitando trasnochar innecesariamente. Alimentarse sanamente, hacer deportes de manera constante, controlar el consumo de alcohol y nada de drogas”, advierte el profesional.