Ya es historia la última ceremonia del Premio Cervantes 2012. No hubo un discurso de agradecimiento, no estuvo presente por vez primera el Rey de España y ni siquiera estuvo el galardonado. Y es que este año la condecoración no podía ser una más, no en vano destacaba al villano número 1 de la literatura convencional: Nicanor Parra el “antipoeta”.
Durante la mañana de este lunes 23 se entregó el galardón más importante de las letras en español a uno de los escritores que muchos quisieran ver adjudicándose el Nobel. Su locura revolucionaria, excentricidad folclórica y manera de percibir el arte lo convierte en un personaje único y, como era previsible, también tuvo una ceremonia única.
A la conocida ausencia del mismo garlardonado, Nicanor Parra, el acto realizado en el Paraninfo Universidad de Alcalá de Henares tampoco contó con la presencia del rey Juan Carlos I de España -infaltable todos los años- por encontrase recién operado de la cadera tras su polémica cacería por África.
El nieto de Parra, Cristóbal Ugarte el 'Tololo', fue el encargado de recibir en nombre de su abuelo el premio más importante que puede obtener un autor de lengua española, pero ni un discurso pudo leer, puesto que -fiel a su estilo- el condecorado solicitó una prorroga de un año para terminarlo. Así, lo único que se escuchó fue la lectura de algunas piezas históricas del antipoeta ( 'Soliloquio del individuo' y 'El hombre imaginario', entre ellas).
"Le he dejado en Chile, rodeado de libros, la mayoría de ellos versiones del Quijote", dijo 'Tololo' sobre su abuelo. "También había varias enciclopedias abiertas, con las páginas más importantes señaladas con bolsitas de té", explicó durante el discurso.
El cierre de la intervención del nieto de Parra provocó la admiración de los asistentes a la ceremonia; una especie de diálogo con su abuelo:
"¿Se considera usted acreedor al premio Cervantes?".
"Claro que sí".
"¿Y por qué?".
"X un libro que estoy x escribir" [sic].
Revisa aquí una descripción del legado de Nicanor Parra