La "kiss cam" ("Cámara del beso") es de esos momentos icónicos e inevitables de cualquier evento deportivo en Estados Unidos.
Lo normal es que cuando la cámara enfoca a una pareja en las graderías y ambos aparece en las pantallas gigantes del estadio, se besan felices mientras el estadio aplaude.
Paul McCartney tampoco se salvó de este momento, embarazoso para muchos. El ex Beatle se besó feliz con su esposa Nancy Shevell en un duelo de la NBA entre los Lakers y los Clippers en Los Ángeles (California), generando aplausos generalizados en el público.
También se dio el tiempo de bailar y posar para las cámaras durante el encuentro.