Una oportunidad de esas que nos se presentan todos los días.
La orquesta del emblemático Carnegie Hall se situó en las calles de Nueva York, dándole a los transeúntes la oportunidad de jugar el rol de director.
La singular propuesta fue todo un éxito, a pesar de que en un principio los peatones comenzaron a rodear a los músicos sin entender muy bien qué hacía la orquesta lista para tocar en la vereda. Sin embargo, no tardaron mucho en comenzar a subir al podio y dirigir a los músicos.
El proyecto fue llevado a cabo por Improv Everywhere (Improvisa en todos lados), una iniciativa que expone a los habitantes de la Gran Manzana en escenas de caos y situaciones de alegría. La entidad ha llevado a cabo más de cien "misiones" desde su creación en 2001, involucrando a miles de agentes en cubierto.
El podio, que tenía escrito "dirígenos", motivó a varios peatones que pasaban por la Greeley Square.
Entre los afortunados que pudieron vivir la experiencia había niños, adultos y gente mayor, además de un policía neoyorquino que luego de unos segundos terminó la sinfonía diciendo "eso es todo, tengo un trabajo aquí", seguido de los aplausos y risas del público.