Ganó el Oscar por su interpretación del escritor Truman Capote y obtuvo con eso el respeto de toda la industria.
Es Philip Seymour Hoffman, uno de los más talentosos actores de Hollywood que esta semana confesó al portal TMZ, que debió permanecer por 10 semanas en una clínica para tratar una incipiente adicción a las drogas.
Lo que habría comenzado con el consumo de píldoras recetadas derivó en un consumo de heroína, lo que "durante una semana", mantuvo al actor sin poder dejarla, motivo por el cual decidió internarse.
Ahora Seymour Hoffman trabaja en una nueva película, "A most wanted man", y ha dejado atrás esos duros días gracias, según el, a "la familia y amigos" que lo apoyaron en todo momento.