Una madre y sus tres hijos debieron vivir momentos de terror en una pequeña casa de Indiana.
Latoya Ammons, enfermera de profesión, se mudó junto a sus pequeños en 2011 a la localidad de Gary, Indiana, para vivir una vida tranquila. Sin embargo, la presencia de extraños seres les harían la vida imposible.
Apariciones, ruidos extraños y por último la posesión de sus hijos debió soportar esta madre, quien en compañía de personas ajenas a la familia, vio como los menores levitaban o se movían caminando de espaldas por una pared, digno de la mejor película de espanto.
Ahora, luego de abandonar la casa, fue la propia policía del condado quienes ratificaron que en la casa habitan demonios o espectros.
El caso se hizo conocido luego que se diera a conocer una foto, tomada por la misma policía, donde se ve lo que correspondería a una persona dentro de la casa, en momentos donde los uniformados afirman que no había nadie.
Charles Austin, jefe de la policía del lugar, señaló que existe un informe de 800 páginas sobre las cosas que ocurren en la casa, algunas de ellas comprobadas por los uniformados. El propio jefe se había mostrado escéptico ante estos hechos aludiendo a que todo era elaborado, sin embargo tras visitar la casa habría cambiado de opinión.
Según el periódico Indy Star, clarividentes locales, a los que recurrió la mujer, ofrecieron un diagnóstico sobre los hechos: la pequeña casa en la calle Carolina estaba abarrotada de más de 200 demonios, los cuales poseían a los tres niños.
Sin embargo, otras opiniones como la del médico de la familia apuntan a que Latoya padecía una "conducta delirante" y tenía "alucinaciones y delirios sobre fantasmas en su hogar". Mientras que algunos vecinos afirmaron a los medios que los niños actuaban guiados por su madre.
Ahora los menores viven con su madre en otro lugar sin que se hayan registrado nuevos eventos.