Un nuevo caso de los peligros de los trastornos alimenticios quedó al descubierto en Inglaterra. Lexi Zelley era una escultural mujer que se sometió a una dieta extrema para dar el “sí” lo más delgada posible, lo que obligó a la modista a reducir cuatro tallas al vestido de novia. Pero eso no fue lo peor.
Según indica The Mirror, la obsesión por adelgazar y ser una novia "linda", llevó a Zelley a someterse a una dieta que consistió en saltarse las comidas y rígidas rutinas en el gimnasio, hasta llegar a consumir solamente 500 calorías diarias, provocándose daños severos al corazón y sus riñones.
Cuando llegó al altar, los invitados más que encontrarla hermosa quedaron impresionados por su brutal cambio y seis meses después le diagnosticaron anorexia y comprendió de la peor manera el daño que se hizo. "Yo estaba destrozando mi cuerpo y mi matrimonio (…) los médicos advirtieron que iba a morir”, dijo la joven.
¿Y el marido? El esposo de Zelley la abandonó casi al mismo tiempo que le diagnosticaron la enfermedad, seis meses, dándole a la mujer el golpe de gracia. En esta oportunidad, debido a una incomprensible y peligrosa obsesión, no fueron felices para siempre.