Puede que la superestrella del kung fu Bruce Lee sea un icono internacional, pero todavía no ha llegado a ser un héroe completo en Hong Kong, por lo menos para sus autoridades.
Sus seguidores conmemorarán los 40 años de su muerte el próximo sábado 20 de julio con muestras en galerías de arte, exposiciones y hasta graffitis callejeros, pero algunas personas están instando al gobierno a poner más de su parte para honrar a la mayor estrella de la antigua colonia británica.
Algunos diputados e intelectuales se han unido a esas demandas, temiendo que el gobierno siga recelando de abrazar completamente el legado de Lee. Su constante espíritu de rebeldía juvenil y su voluntad de luchar contra los opresores puede haber asustado a los mandatarios de la ciudad, propensos a adelantarse a sus maestros políticos en Pekín.
"Piensan en cómo hacer algo que satisfaga al gobierno de China, o al menos no violentar" lo que creen que quiere Beijing, dijo a Reuters Lo Wai-luk, un profesor asociado en la Academia de Cine en la Universidad Baptista de Hong Kong.
Los fans están enfadados con la falta de un recuerdo permanente o museos en honor de Lee. "Ellos siempre lo han utilizado para publicitar la ciudad en el extranjero, pero nunca han hecho nada para honrarlo", señala Wong Yiu-keung, jefe del club de fans de Lee en Hong Kong
Nacido en Estados Unidos pero criado en Hong Kong, Lee murió por un edema cerebral a los 32 años en el punto álgido de su fama. Su película más famosa, el éxito mundial "Operación Dragón", fue estrenada sólo seis días después de su muerte en 1973.