Dana Martin, junto a su sobrino, Tanner Ruane y a Mark Staake estaban decididos a terminar con la carrera de Justin Bieber y dejar sumidas en la pena a sus millones de fanáticas.
Estas tres personas formaban parte de un complot urdido desde la cárcel, donde Martin cumple 15 años de presidio por violación. Este sujeto habría contratado a los otros dos para castrar y asesinar al joven astro de la canción pop.
Martin y Staake se conocieron en la prisión Las Cruces. Dana reclutó a Martin para que cometiera el crimen una vez que éste saliera de prisión.
El plan era estrangular a Bieber y a otras tres personas, además de extirpar el miembro del adolescente.
Bieber se salvó ya que el plan era matarlo el mes pasado en Nueva york luego del concierto del cantante en el Madison Square Garden. Debían secuestrarlo y matarlo.
Este plan quedó al descubierto por la confesión del propio Martin, según lo informó el portal krqe.com, quien es un obsesionado fanático del cantante, del que incluso posee un tatuaje en la pierna.
Martin decidió confesar el plan y Staake fue arrestado en Vermont, mientras que Ruane se encontraba ya en Nueva York con herramientas como tijeras de podar, pero también fue detenido antes de que hiciera algo.