Una sátira que no es tanto y se acerca más a la realidad de diversas poblaciones chilenas es el tema que aborda en lo profundo la novela "Ricardo Nixon School" de Cristian Geisse.
El escritor nacional acaba de estrenar este libro que en sus 145 páginas recrea la verdad del profesor Navarro, un licenciado en Literatura que debido a la problemática laboral acaba haciendo clases en un liceo subvencionado de Valparaíso donde, entre otras decenas de falencias, debe luchar contra la falta de vocación, la falta de interés del alumnado y sus propios demonios.
"Si eres capaz de hacer clases en el Ricardo Nixon, eres capaz de hacer en cualquier parte", es una de las frases que marcan el comienzo del texto, uno que permitirá al lector imaginar los lugares, figuras y situaciones perfectamente retratadas por Geisse con humor, pero adentradas en un entorno complejo, sin apoyo, muchas veces sin esperanza y sin moral, una que el dinero a veces puede dejar muy por debajo del tapete.
¿Cuánto hay de realidad en este mundo del "Ricardo Nixon School"?
"Hay mucho de real, incluso la anécdota de la niña de la droga. Esas cosas ocurrían y ocurren. Las instalaciones eran precarias. No creo haber exagerado, hay un poco de todo. Desde la insfraestructura hasta por ejemplo que los alumnos pagaban 5 mil pesos al mes de mensualidad y hacíamos una vaquita a la semana para encerar una sala".
¿La novela es también una crítica al sistema de Educación de antes y de ahora?
"El protagonista dice que esta no es la historia de la educación chilena, pero en el fondo, la mayoría de las lecturas sobre el libro se abordan desde ahí. Lo que si sé, es que hay un par de excepciones honrosas, como algunos establecimientos obvio destinaban las platas de buena forma para hacer la pega bien".
"Con respecto a lo que está sucediendo ahora estamos en un momento dificles. Está difícil (la reforma educacional) porque creo que al fin intentaron hacer una reforma real, pero aplicarlo necesita mucha disciplina, capacidad y compromiso. Lo peor que nos puede pasar es encontrarnos con un Transantiago de Educación".
¿Cuál es tu personaje favorito del libro?
"Con Terri me encariñé. Yo tengo la imagen en mi mente y cada uno tiene otra. Eso es simplemente por la curiosidad, aunque en toda la novela no dice una sola palabra es un personaje crucial".
¿Cómo fue crear esta novela?
"El bloque duro de la novela, eso fue de un tirón. Sabía bien hacía donde iba la novela, no fue doloroso, tenía muy claro qué escribir. Luego comenzó un proceso de mover, corregir y un tiempo largo en que estuvo suspendida. Luego la empezamos a trabajar de nuevo con Planeta y entonces hubo sugerencias, se discutían cosas como el nombre del colegio y cosas así. Yo estaba contento con el resultado"
¿A qué tipo de público crees que llegará más?
"La novela es accesible. No es ultra exigente con el lector, aunque hay guiños que espero hagan pensar al lector en ciertos giros. Me parece que el libro y la recepción es muy accesible".