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Rush al Salón de la Fama

Fue por votación popular que finalmente una de las bandas más importantes e influyentes de las últimas décadas obtuvo el reconocimiento que los expertos le han negado.

Rodrigo Diez

Miércoles 12 de diciembre de 2012

Se dice que son la más conocida de las bandas desconocidas, que son un grupo pretencioso y que sus fans son sólo hombres y, al mismo tiempo, geeks o "pernos".

Pero también se dice de Rush que han marcado un antes y un después en la historia del rock progresivo, que la calidad de sus músicos es extraordinaria y que, por muy de culto que sea, hay temas que todo el mundo reconoce al oírlos.

Si bien es cierto que el estilo de vida reservado y alejado de las luces de los integrantes de Rush quizá  sea la razón de por qué han demorado tanto en obtener el reconocimiento que merecen, el legado de este trío canadiense en la música es innegable y casi imposible de cuantificar. Por algo son la segunda agrupación en la historia con más discos de oro y platino. Los primeros son nada menos que The Beatles.

Comenzaron en Toronto a finales de los años 60. Geddy Lee (bajista, tecladista y voz) y su compañero de colegio Alex Lifeson (guitarra), junto a John Rutsey (batería), comenzaron tocando en festivales locales. En 1974 lanzaron su primer álbum, "Rush", que incluía la canción "The Working Man", el tema que los catapultó a la fama en Estados Unidos, pero que también trajo consigo el primer gran problema.

El apretado calendario de presentaciones y viajes, más los problemas de diabetes de John Rutsey, hicieron que Geddy y Alex debieran buscar otro baterista. Y el elegido fue Neil Peart, un joven tímido y fanático de la literatura fantástica,  que dejó a todos con la boca abierta cuando lo vieron tocando los tambores.

Vino la fama, el éxito y la búsqueda de un estilo propio. Un estilo que comenzó uniendo sus influencias de Led Zeppelin, Deep Purple y The Who, con letras que hablaban de historias fantásticas, países habitados por hadas, rebeliones entre los árboles de un bosque y canciones que duraban más de 10 minutos.

Como era de esperarse, los discos que vieron la luz en esos años no tuvieron éxito. Cada vez había menos público en sus presentaciones y el sello discográfico fue claro al decirles que necesitaban temas cortos y fácilmente vendibles.

Según han contado ellos mismos, Geddy, Alex y Neil hicieron un juramento: "morir con las botas puestas". Se encerraron a componer y grabar su próximo, y probablemente último, álbum: '2112'.

Una producción compleja, con temas largos, rock duro y con letras que hablaban de civilizaciones post holocausto y de la lucha del individuo frente a la masa. ¿Resultado? Tres Discos de Platino.

El público recibió "2112" con los brazos abiertos, llevando a Rush de vuelta a la cima y dejando a los músicos con total independencia para componer y tocar lo que quisieran.

A partir de ahí vinieron grandes éxitos como "La Villa Strangiato", "The Spirit of Radio", y en 1981 nació su producción más emblemática "Moving Pictures". "Tom Sawyer", "YYZ", "The Camera Eye", "Red Barchetta" y otros, se transformaron en los preferidos de los fanáticos y, según los mismos músicos, "fueron los temas con los que nos convertimos en lo que somos".

Más tarde, en los 80, vino la época de las baterías electrónicas, sintetizadores y producciones que muchos fans prefieren olvidar, hasta que en los 90 volvieron a sus raíces, un par de años antes de la tragedia que paralizó a la banda por cinco años.

La hija y la esposa de Neil Peart murieron con un año de diferencia. El baterista se hundió en una profunda depresión, tomó su moto y recorrió toda Norteamérica. Fueron años en que el sonido de Rush se silenció. Geddy Lee y Alex Lifeson se dedicaron a sus familias y recibían con alegría las postales que mandaba Neil desde alguna parte de su recorrido.

Fue el mismo Neil Peart quien el 2001 tomó el teléfono y les preguntó a sus compañeros si estaban dispuestos a volver a tocar. Así fue como al año siguiente nació "Vapor Trails", un álbum más rockero, bien recibido por los fans y que los llevó a uno de sus recitales más memorables en Brasil.

Y así es como Rush ha seguido; produciendo álbumes y girando por el mundo. El 2010 estuvieron en Chile, repletando el Estadio Nacional, en la última parada de "The Time Machine Tour". Este año acaban de lanzar "Clockworck Angels" y todo indica que esta máquina de hacer rock no va a parar.

Sus tres integrantes, a pesar de haber pasado hace rato los 50 años, tienen energía para rato, aunque les queden pocos logros por conquistar.

El último, su ingreso en el Salón de la Fama, que será efectivo en 2013.