Fotógrafos rusos consiguieron una hazaña en Egipto.
Un sujeto que dice llamarse "Mister Marat" y junto a dos de sus amigos llegaron a la Gran Pirámide de Giza, mientras el complejo estaba abierto.
Luego, se escondieron por más de cuatro horas, logrando burlar la seguridad.
"Nos quedamos cinco horas escondidos después de que se hubiera ido el último turista. Tiritábamos de frío. Trepamos por las losas de piedra de uno de los edificios más antiguos de la humanidad mientras escuchábamos el eco de la oración en Giza y, sin darnos cuenta, estábamos en la parte superior", relató uno de los escaladores.
Así, luego de veinte minutos, lograron registrar las imágenes con sus cámaras fotográficas y salieron sin ser vistos.
Los tres fotógrafos arriesgaban tres años de cárcel por esta aventura, según las leyes egipcias.
"Hay una gran cantidad de inscripciones en la parte superior de la pirámide en varios idiomas (...). Dicen que en algún lugar está la firma del último zar ruso que se subió, también, en algún momento, hace mucho tiempo", testimoniaron los fotógrafos.
"Todo este tiempo disfrutaba del momento. El corazón latía con fuerza a punto de cumplir mi sueño más grande. Me quedé sin palabras. Mis ojos vieron lo que tanto quería. Sentí una alegría escalofriante, la felicidad absoluta, pero al mismo tiempo, el miedo de que pudiéramos quedar atrapados. Fugaces momentos de felicidad…", afirmó Mister Marat en su blog.
El joven había visitado El Cairo cuando tenía dos años. Diecinueve años después, volvió a reencontrarse con las tumbas faraónicas.