El ex Campeón Intercontinental Ryback fue tajante al criticar la actual situación en la WWE en su blog personal, haciendo alusión a los límites creativos que les impone la compañía y aceptando un posible despido debido a los comentarios que realizó.
Ryan Reeves - ese su nombre real- reveló que pidió a la WWE que lo enviaran a su casa luego de que no pudiese llegar a un acuerdo en su contrato con Vince McMahon, con quien está en amplio desacuerdo en la forma en que la federación cuida la imagen de sus superestrellas.
Según Ryback, "todos sabemos quienes serán los ganadores y perdedores incluso antes de subir al ring. Me sorprende que en una empresa que sabe que funciona así los ganadores reciban más sueldos que los perdedores. Sin perdedores no existirían ganadores".
En el largo post escrito en su Tumblr, Reeves realiza un extenso descargo sobre cómo la empresa de McMahon desestima los esfuerzos de aquellos luchadores que pierden constantemente para hacer que otros se vean bien, lamentando que tengan menos sueldos y por contrato no puedan recibir cobretura mediática,es decir, dar entrevistas o poder ser portada de alguna revista.
También destacó la forma en que existe actualmente un bloqueo creativo para los luchadores, añadiendo la frustración que sienten al esforzarse al máximo, sólo para ver cómo la administración no les permite desarrollarse o poder mejorar su personaje para obtener más fanáticos.
"Esto se trata de compromiso. Compromiso hacia una persona que se preocupa y ama la lucha libre más que a nada y que quiere saber que su esfuerzo y determinación para seguir mejorando serán reconocidas y aceptadas", admite el gladiador.
Los descargos no fueron livianos, por lo que al finalizar su carta Ryback escribió que "la WWE posiblemente me despida y si pasa, que así sea. Si logramos llegar a un acuerdo deben cambiar muchas cosas porque no pienso seguir viviendo con miedo ni siendo limitado de forma creativa constantemente".
Esta sensación de frustración no se viven sólo en el camerino, sino que también los fanáticos han hecho ver su malestar a través de abucheos y carteles contra la forma en la que la WWE administra sus principales figuras, tal como la actual posición de Roman Reigns como campeón máximo y quien ha admitido no ser fanático de la industria.