Selena Gomez al fin explicó porqué decidió tomarse un tiempo fuera de las redes sociales.
La ex chica Disney se transformó por primera vez en portada de la prestigiosa revista Vogue, donde confesó que tenía una adicción con Instagram.
"Tan pronto como me convertí en la persona más seguida de Instagram, me asusté un poco, se había convertido en algo tan desagradable para mí (...) Era una adicta, y me sentía como si estuviera viendo cosas que no quería ver, como si me estuvieran poniendo cosas en la cabeza de las que no quería preocuparme, siempre termino sintiéndome como una mierda cuando miro Instagram", confesó.
Fue esa sensación la que hizo que la estrella de la música abandonara su cuenta y eliminara la aplicación de su celular. Actualmente es su asistente quien postea en su nombre.
"La gente quería tanto que yo fuera auténtica, y cuando eso sucedió, por fin, fue una gran liberación, no soy diferente de lo que puse allí, he sido muy vulnerable con mis fans, y a veces digo cosas que no debería, pero tengo que ser honesta con ellos, creo que eso es una parte importante de por qué estoy donde estoy", expresó.
Respecto al tiempo fuera de los escenarios, Selena comentó que se sentía deprimida cada vez que estaba en un tour. "Los tours son un lugar muy solitario para mí. Mi autoestima fue disparada, estaba deprimida, ansiosa. Empecé a tener ataques de pánico justo antes de subir al escenario, o justo después de salir del escenario. Básicamente, sentí que no era lo suficientemente buena, que no era capaz, sentía que no estaba dándole nada a mis fans, y ellos podían verlo, lo que creo que fue una completa distorsión", indicó.
Selena canceló más de 30 conciertos al ya colapsar. Tras ello se trasladó a Tennesse, dejó su celular a un lado y se sometió a terapia equina, de grupo e individual. Su vida cambió totalmente. "Creo que 17 personas tienen mi número de teléfono ahora. Tal vez dos sean famosos", calculó la cantante.
Foto: Mert Alas and Marcus Piggott/Vogue