Un oso polar, un leopardo, un lobo, un cocodrilo o un mono. Estas increíbles y coloridas esculturas están realizadas con desechos plásticos.
Su autor, el artista francés Gilles Cenazandotti, recicló restos de productos plásticos y derivados que encontró en playas de su país para construir estas figuras de animales.
Las esculturas están creadas con tapas, botellas de plástico, encendedores, envases rotos de cremas, y otros artículos de plástico.
Una obra con la que quiere denunciar la situación del mar, la contaminación y la dependencia de productos derivados del petróleo.
“Espero llamar la atención con mi trabajo. Estoy impresionado con todo lo que el mar expulsa y transforma en las playas. Todos esos productos que vienen del petróleo", asegura Cenazandotti en su página web.