Increíble, pero cierto.
El gobierno de Suecia le paga una pensión a un hombre por escuchar su música favorita, el heavy metal.
Esto es lo que logró Roger Tullgren, un hombre de 42 años, que se declara adicto a esta música desde los 2 años de edad, cuando su hermano le mostró por primera vez un disco de Black Sabbath.
El día a día de este hombre gira entorno al metal, desde su vestuario hasta su modo de vivir, pero su adicción a llegado a tanto que en el los últimos 12 meses ha asistido a más de 300 conciertos.
Su situación lo llevó a consultar tres psicólogos, los que determinaron que Tullgren tiene dependencia al rock pesado, es decir, una incapacidad para vivir sin el heavy metal. Incapacidad declarada para que el sueco no sea discriminado y que le ha traído más de un beneficio.
La poca oferta laboral recibida producto de su adicción, ha llevado a que el Estado le de una pensión periódica, además de un trabajo de medio tiempo lavando platos en un restaurante.
Pero no es todo, porque en su nuevo lugar de trabajo Tullgren puede ir vestido como quiera, escuchar sus grupos de heavy metal a todo volúmen, mientras no moleste al resto, además de permisos para asistir a los conciertos.