A nivel mundial cada vez es más la gente que sufre de insomnio.
El estrés, alimentación o simplemente el uso de artefactos electrónicos hasta minutos antes de dormir, pueden ser los factores que terminan modificando el ciclo del sueño.
Por esta razón, científicos de la Universidad de Louisiana apuntaron hacia los factores alimenticios que inciden en el descanso. En este sentido apuntaron al desayuno, almuerzo y cena.
En la primera comida del día resaltan la importancia del huevo porque: "los aminoácidos pueden estimular neuronas que producen orexinas, que desempeñan un papel clave en la regulación del sueño REM y la vigilia durante el día", dice el estudio según publica The Huffington Post.
En el almuerzo, el jugo de cereza ácida cumple un papel fundamental. Y es que "los insomnes que bebieron jugo de cereza ácida dos veces al día durante dos semanas empezaron a dormir aproximadamente 85 minutos más cada noche", dicen los investigadores.
En la cena, un pequeño estudio de la revista American Journal of Clinical Nutrition encontró que cuando se consume arroz de jazmín —un alimento alto en el índice glicémico— se duerme aproximadamente dos veces más rápido que aquellos cuya comida incluyó arroz bajos en el índice.
Los alimentos con alto IG pueden desencadenar la liberación del aminoácido triptófano para fomentar el sueño: "el índice clasifica cuánto alimentos que contienen hidratos de carbono-elevan la glucemia. Cuanto más bajo sea un alimento está en la escala, menos su efecto", describe el medio citado.
Es importante recalcar que es bueno recibir la ayuda de un especialista en nutrición antes de incorporar un alimento a la dieta alimenticia.