Cada cierto tiempo los jóvenes crean modas o tendencias que rebasan la barrera del pudor, de hecho, la intención es que sean lo más ridículas posible.
La última tendencia es 'milking', y consiste básicamente en derramarse un litro de leche encima, en un lugar público, con ropa y por supuesto, inmortalizando el momento.
Esta tendencia se inició en Newcastle como forma de protesta por los recortes del gobierno, pero pronto se extendió en Edimburgo, Nottingham y Cirencester.
'Conning' es otra tendencia que causó un gran dolor de cabeza a los dependientes de McDonald's. Cientos de jóvenes molestaron a los vendedores comprando helados que recibían tomándolos por la parte de arriba.
La broma causó tanta molestia entre quienes atendían, que luego se negaban a entregar los helados a los clientes, especialmente a quienes compraban en el sector para llevar.
Otra tendencia que estuvo presente durante un buen tiempo es el 'plaking', que consistía en ponerse boca abajo con los brazos pegados al cuerpo en cualquier superficie lisa y por supuesto, pública.
También se hizo viral la tendencia 'Batmaning', donde los sujetos se cuelgan boca abajo, como los murciélagos. Similar es el 'owling', pero esta vez se imita a un búho. Se caracteriza por colocar la postura del cuerpo como el ave.
Por último, está el 'cinnamon challenge', (el desafío canela), que a pesar de ser divertido para los ejecutantes, puede resultar peligroso.
Consiste en ingerir una cucharada de esta especia sin consumir agua durante 60 segundos. Según los participantes, seca mucho la garganta al punto de provocar alguna dificultad para respirar.
