La sexagésima quinta versión del Festival de Cine de Cannes comenzó con la extraña comedia estadounidense "Moonrise Kingdom", en la que Wes Anderson cuenta la historia de dos preadolescentes de 12 años que se enamoran y deciden huir juntos. Mientras tanto, el comediante británico Sacha Baron Cohen causaba el caos en el cercano paseo de la Croisette, donde montó en un camello e interpretó a su último personaje, el general Aladin, un dictador escandalosamente ofensivo del norte de Africa.
Mientras la comedia fue recibida con risas y cálidos aplausos en la transmisión de prensa en la Riviera francesa, la estrategia publicitaria del británico, fue captada por decenas de fotógrafos y cámaras de televisión.
Además de las 22 películas que aspiran a la Palma de Oro, otras cientos se podrán ver en otras secciones y en un mercado enorme, por lo que conseguir la atención de los medios de comunicación es decisivo para sus posibilidades.
Anderson, que presenta por primera vez una obra suya en Cannes, no enfrentó ese problema, y tuvo la preciada inauguración con un reparto de estrellas como Bill Murray, Bruce Willis y Tilda Swinton. Su película ligera y algo surrealista muestra a dos jóvenes debutantes -Jared Gilman y Kara Hayward- que solo tenían 12 años cuando se presentaron a una audición para los papeles de Sam y Suzy, respectivamente.
SAM Y SUZY HUYEN
En "Moonrise Kingdom", Sam, un boy scout excéntrico y huérfano, se escapa de un campamento de verano con Suzy, una chica de la que se enamoró. Los padres de ella, interpretados por Murray y Frances McDormand, la consideran una niña problemática.
Murray, que ha aparecido en la mayor parte de las películas de Anderson, como "The Royal Tenenbaums" y "Rushmore", bromeó con que el director se ha convertido en el único que lo contrata. "Estas son las que llamamos películas artísticas. No sé si saben lo que son. Son películas en las que trabajas muchas, muchas horas sin cobrar y (...) a cambio todo lo que recibimos es este viaje a Cannes", declaró con su característica cara impasible.
Para Willis, más conocido por ser un héroe de acción, la posibilidad de trabajar en una película de bajo presupuesto y poca publicidad es un cambio bienvenido. "Me ha parecido realmente refrescante ser dirigido, que se me pidiera actuar el papel de un modo realmente específico", sentenció.