Viajar en clase turista tiene sus inconvenientes. Espacios reducidos, poca privacidad, compañeros de viaje molestos…
Pero quizás exista una solución a esos problemas. Dos diseñadores israelíes han inventado un objeto para conseguir crear un espacio privado, dentro de los estrechos centímetros de nuestro asiento en un avión.
Este invento permite librarse de esos compañeros de viaje no paran de hablar, mientras tú quieres dormir. Está destinado a todos aquellos que viajan en clase económica, pero quieren tener la privacidad de la clase bussiness.
Consiste en una banda de tela que se coloca entre nuestro asiento y el de enfrente creando una barrera, con la que el pasajero queda “aislado” del resto. Esta fabricada con una pieza de tejido elástico que se adapta al tamaño de los diferentes asientos, de tren, avión o autobuses. Basta montar la pieza, como se muestra en las imágenes y disfrutar de un poco de tranquilidad, donde dormir, leer o comer tranquilamente sin ser molestado.