Natalia Valdebenito fue la encargada de dar la cuota de humor en la tercera noche del Festival de Viña del Mar.
Partió nerviosa, y es que no era para menos después de haber escuchado cómo el público abucheaba ante el breve show de Alejandro Sanz.
Las primera bromas fueron confusas, pero nuevamente el stand up comedy supo imponerse y encantó al público a los pocos minutos.
Tránsito lento y otros "típicos" problemas comunes entre las mujeres, fueron la técnica para aplastar todas las predicciones de un posible fracaso de la comediante.
Habló de feminismo aprovechando el público mayoritariamente femenino quienes la apoyaron con su discurso de lucha por la igualdad. Celos, relaciones, cosas cotidianas de las mujeres, hicieron reír desde la galería hasta palco.
Dedicó palabras a los políticos, fue una más que tocó el Caso Caval, pero eso no fue lo que sustentó su rutina. Fueron las bromas de lo cotidiano, de lo que piensan las mujeres, lo que hace que se sientan identificadas; eso fue la que la llevó a encantar al monstruo.
Con poco menos de una hora de rutina los animadores le entregaron la Gaviota de Plata y a pesar de que el público pedía la de oro, ella pidió "ganársela".
Continuó unos pocos minutos más y bastó para que se llevara la Gaviota de Oro, le pidieron que siguiera y así lo hizo, coronando un rutina impecable, rápida, graciosa y digna de todos los aplausos.