El puertorriqueño se presentó por tercera vez en el Festival de Viña del Mar y como siempre dejó bien claro que es el mayor exponente del reggaeton.
Con un show marcado por los efectos de luces y su tradicionales bailarines, el boricua hizo bailar a toda la Quinta Vergara.
En espectáculo que incluyó el clásico juego con los celulares, el artista se dio el tiempo de dedicar algunos versos a los afectados por el incendio de Valparaíso.
El denominado "Big Boss" repasó éxito tras éxito en un concierto que duró hasta pasadas las 4am. El artista se llevó las dos antorchas y la gaviota de plata y de oro, además de toda la energía de la Quinta Vergara en donde no se movió nadie para disfrutar de los hits del boricua.