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Noche de "Reyes" sedujo a la Quinta Vergara

Romeo Santos y Daddy Yankee se llevaron todos los premios, mientras que los "Atletas de la Risa" marcaron peak de sintonía.

Francisco Guerrero

Martes 26 de febrero de 2013

Tal como se esperaba, la segundanoche de la edición 54 del Festival de Viña del Mar, comenzó con uno de los "reyes" de la jornada. RomeoSantos, el denominado nuevo soberano de la bachata, le ganó elquien vive a Daddy Yankee e instaló el "archi conocido"sillón de monarca antes que el reguetonero.

Dosificando los temas entre los de "Aventura"y los de él en solitario, fue seduciendo a un público mayoritariamente femenino.

Primero, el "bachatero" brindó éxitos yluego sorprendió a todos convirtiéndose en el mismísimo "chacal de latrompeta". Armó un concurso en que puso a prueba a los hombres de laQuinta, (subieron cinco chicos al escenario) que si bien no cantaban tan bien,por personalidad no se quedaron. El premio, la no despreciable suma de mildólares. Solo clasificaron tres. Cuando el concurso estaba "on fire",desafortunadamente subieron los animadores, que en ningún caso eran necesarios,es más, hasta sobraban en el cuadro. 
Finalmente, el afortunado, que ganó el concurso seidentificó como Diego.

Nuevamente, la primera Antorcha para Santos fueentregada muy rápido, no porque sus fans no le desearan entregar el premio,sino que porque los conductores al parecer querían empezar a apurar lapresentación del estadounidense.

Aunque no se puede negar el tono "nasal"del cantante, hay que reconocer su dominio escénico, pese a rayar varias vecesen la egolatria (porque sus fans lo permiten).
Luego del tema "Noche de sexo", vino laantorcha de oro, y literalmente al segundo la gaviota de plata. Bastanteexpress la entrega de galardones. Si la idea era acelerar el show, Romeo, no sedio por enterado. Aunque los animadores le pidieron una canción, el cantovarias más...De la bachata cadenciosa, a la bien romántica, así fue que Romeocumplió en la Quinta y también se convirtió en el primero de esta edición endominar por completo al monstruo, es más lo tuvo comiendo de su mano, desde quepisó el escenario, si hasta su show lo alargó hasta cuando quiso.

Doce y veinticinco y primera vez que losanimadores aciertan y en el momento justo, le dan la Gaviota de Oro, quizás yael presagio de que sería difícil sacarlo del escenario, a esa altura el karaokede sus fans llenaba más la quinta que los propios músicos del cantante. Buenmanejo del artista con audiencias masivas, es más sabe perfectamente en quéminuto piropear al público femenino, y también solidarizar con los hombres, aesa altura para poder despedirlo eran necesarios los comerciales"salvavidas".

Bien complicada la noche que le tocó a loshumoristas, "Los Atletas de la risa", además, recién salieron aescena un cuarto para la una de la madrugada.

Entraron en un ambiente aún tenso, la recepción dela gente fue poco a poco, fueron creando la atmósfera con chistes rápidos, bienblancos, pero chistosos, panorama que claramente después cambió y si en unmomento hubo censura, ya relajados los humoristas se relajaron tanto que laolvidaron a propósito...Una y media con 49 puntos peak, vino la entrega deambas antorchas y esta vez, si el público la pidió, como también pidieron quese quedaran. Tal cual el Indio y El Flaco, si lograron conquistar al monstruo,premio que hizo llorar a los humoristas.

Artistas callejeros, que triunfaron en la Quinta.Y aunque el público pedía rutinas, también exigió ambas gaviotas, la de oro yplata. A esa altura, la mejor opción del espacio televisivo era irse acomerciales. Quizás se le debió dar unos minutos más a los humoristas, erajusto que pudieran despedirse con su oficio.

El turno del Big Boss

Bajó desde el cielo y con Lovumba encendió a una Quinta Vergara que a las 02.30 horas de la madrugada se mantenía repleta.

Fue el inicio del fin de la fiesta con el puertorriqueño, Daddy Yankee quien mostró sus credenciales y gracias a éxitos nuevos como 'Pasarela', 'Descontrol' y 'Limbo, y otros de la vieja escuela como 'Lo que pasó' y 'Gasolina' no tuvo inconvenientes para quedarse con el gran cierre de la fiesta.

Mucha pirotécnia en un show cercano con el público donde, a pesar de la hora, la gente no dejó de bailar al ritmo del 'Big Boss' del reggaeton.

Uno de los momentos memorables de la noche fue el espectáculo que, al ritmo de los celulares, iluminaron la noche en la Quinta Vergara en un show ya conocido y 'casi' patentado por el artista oriundo de Villa Kennedy.

Luego de una hora de show, Rafael Araneda anunció el fin de la presentación de Daddy Yankee pero antes la Antorcha de Plata y Oro, las que fueron pedidas por el público, le fueron entregadas.

El público no paró de pedir premios para el Big Boss y fue así como a las antorchas le siguieron las Gaviotas de Plata y Oro, mientras Daddy Yankee explicaba al monstruo sus humildes orígenes en Puerto Rico.

Con todos los premios en el bolsillo Daddy no paró la fiesta y, por el contrario, la Quinta siguió encendida hasta que la transmisión cerró poco antes de las cuatro de la madrugada, la televisión ya había cortado la emisión y en el escenario Rafael Araneda cerró la noche y Daddy Yankee dejó la tarima para no volver.

Sin duda una noche redonda en lo que a espectáculo se refiere, con un Romeo Santos que, sin ser una gran estrella vocalmente, se llevó todos los premios. Un bloque de humor que apareció tarde y que cumplió pero no deslumbró al público de la Quinta, para cerrar, tras un paso sin pena ni gloria de la competencia internacional y folklórica, con un show a la altura de un artista de la talla de Daddy Yankee, quien se quedó con los cuatro galardones y con el cariño de un público que no abandonó el recinto hasta las cuatro de la madrugada.