Una noche de nostalgia y muchas emociones fue la cuarta jornada del Festival de Viña del Mar, impuesto sobre todo por Pedro Aznar con un sentido homenaje al fallecido Gustavo Cerati.

Un Vicentico un poco desanimado o quizás con un show íntimo. El buen humor de León Murillo que venía por primera vez a Viña, muy marcado por un comienzo difícil pero con final feliz, aunque también con la polémica puesta en el último chiste.

Y para cerrar Cultura Profética que se llevaron las gaviotas de oro y plata, además de tener una buena acogida entre el público.

Revisa todos los detalles en el informe de Esteban Roa: