Ya llegaron las Fiestas Patrias y la carne no puede faltar en las parrillas de los amantes de los asados.
Pollo, carne de vacuno, cerdo, longanizas y un cuanto hay de cortes para lanzar al carbón estarán disponibles en carnicerías y supermercados del país, pero hay que saber cómo comprar y no llevarse a casa un producto en mal estado.
Para esto, el jefe de carrera de Gastronomía Internacional del Instituto AIEP, Claudio Vega, nos entrega una serie de recomendaciones sobre a qué poner atención a la hora de comprar, acá te las mostramos:
- Toda compra debe ser realizada en locales habilitados. Usted es el primer fiscalizador y tiene que asegurarse que el establecimiento esté autorizado por las entidades de salud y sanitarias correspondientes.
- No adquirir ningún tipo de carne si no está refrigerada, la cadena de frío es muy importante para que el producto de origen animal no se deteriore y ni produzcan toxinas.
- En el caso de las carnes envasadas deseche su compra si presentan envolturas rotas o su sellado es deficiente.
- Es relevante tener claro que la carne no tiene que haber pasado de su fecha de vencimiento para estar en mal estado, el principal indicador de la frescura del producto es el color. En condiciones óptimas las carnes de aves deben ser de color blanco, rosada o de un amarillo muy claro. En el caso del cerdo crudo éste debe tener un tono rosado. La carne picada fresca y envasada al vacío, la cual se mantiene a partir del oxígeno, debe ser roja media púrpura. Contrario a la creencia popular, el hecho de que carne picada de ternera se vuelva marrón, no significa que sea mala, es así. Por su parte, la carne de los animales adultos será más oscura que la de los animales jóvenes, lo que no significa que esté mala.
- Por ningún motivo lleve a casa pollo de color café o con manchas oscuras. La carne de mamífero no puede presentar tonos verdes, cafés o negros, estos colores son señal de descomposición.
- El olfato también es un buen fiscalizador. No hay que comprar carne roja con olor desagradable o rancio, tampoco se debe consumir carne roja que tenga fuerte olor a grasa. El pollo es más fácil de identificar su mal estado porque emana un aroma putrefacto que llega a dar náuseas.
- Para notar la frescura de las carnes, ésta debe estar firme al tacto, no consuma animales que presente una textura viscosa, tal condición indica que el producto tiene hongos o bacterias creciendo en ella.
- Compruebe la fecha de caducidad de la carne envasada, si está vencida o le falta un día por vencer mejor no la compre. Si el envase no tiene fechas de envasado ni lote significa que no es un producto confiable. No importa que tan buena esté la oferta, piense antes en su salud y la de su familia.