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Endieciochados: la historia del Terremoto y cómo prepararlo

¿Cómo nació el mítico trago que mezcla pipeño con helado de piña? ¿Qué medidas debe tener el mejor "movimiento telúrico"? Conoce todo en la siguiente nota.

José Morgado

Jueves 11 de septiembre de 2014

Somos un país sísmico, lleno de terremotos y réplicas.

Eso, sumado al "ingenio del chileno" y la sed patria, conspiró para que naciera uno de los tragos más emblemáticos de nuestro país, ese que toma más fuerza que nunca el 18 de septiembre: el Terremoto

Todo comenzó en 1985, cuando unos reporteros alemanes vinieron a Santiago a cubrir los daños que había provocado el reciente sismo. Sorprendidos por el calor, entraron al restaurant "El Hoyo" a tomar un pipeño que -para su disgusto- estaba muy caliente.

"¿Le pueden echar hielo?", preguntó uno de los europeos visitantes. Ahí, improvisando, Guillermo Valenzuela -tercero en la generación de la mítica taberna- decidió echar un helado de piña.

Los alemanes, felices con el inédito brebaje, fueron la motivación perfecta para Valenzuela, quien pasó de inmediato a patentar y promover la sencilla -pero efectiva- fórmula de mezclar pipeño con helado de piña.

 

Enrique Marambio (48), con casi 30 años trabajando como garzón en "El Hoyo", conoce detalles inéditos del Terremoto. De hecho, confiesa a 24Horas.cl que Valenzuela había intentado varias veces juntar el vino con el helado, pero este último producto se "cortaba".

Luego, sin embargo, el helado "evolucionó" y se pudo juntar, pasando a tener una eterna y amorosa relación con el vino de corto proceso de fermentación, más conocido como pipeño.

"Fue el destino", dice Marambio, haciendo alusión a que justo cuando su jefe estaba creando un nuevo trago sucedió el terremoto y la "anécdota" con los alemanes.

CÓMO HACER UN TERREMOTO Y NO MORIR (TANTO) EN EL INTENTO

"El vino no tiene que ser muy dulce, porque usted está mezclando pipeño con helado, entonces las dos cosas dulces no son convenientes. Tiene que agarrar cuerpo para que sea agradable. Si es muy dulce, al otro día la persona no se puede ni mover", explica Marambio, refiriéndose a la resaca posterior cuando se abusa de los movimientos telúricos.

El eterno garzón de "El Hoyo" también aclara que el Terremoto sólo lleva los dos ingrediente mencionados. Todos los "agregados" de pisco u otro licor se alejan del original.

"El verdadero terremoto es pipeño con helado de piña, nada más. Como es patentado, los otros bares tienen que hacer el brebaje diferente a nosotros. Nosotros nunca hemos sido egoísta para que lo trabajen, el tema es que no lo desprestigien", advierte.

LAS MEDIDAS Y LA "RUDEZA" DE LOS HOMBRES

Consultado por las medidas, Marambio da algunos consejos:

- Para hacer un vaso de medio litro, la medida es 3/4 de vino y 1/4 de helado.

- Para hacer una jarra de dos litros, la medida es 1 litro y medio de vino y 1 litro de helado.

- "A veces, para las mujeres, se hace más dulce. A los varones les gusta más fuerte, para demostrar su parte de macho, les gusta más violento", precisa entre risas. Por lo mismo, indica, "siempre se le debe preguntar al cliente".

- Cabe destacar que en El Hoyo también se sirve Terremoto con pisco. La receta aquí es la siguiente: dos litros de vino blanco helado, 300 cc de pisco, cinco cucharadas grande de helado y tres de azúcar.

"TERREMOTO AFRICANO"

Pero la creatividad etílica de "El Hoyo" no se queda en el Terremoto clásico. A las réplicas -que es lo mismo que el terremoto, pero en una medida más pequeña- se suma un invento personal de Marambio: el Terremoto Africano.

"Inventamos el Terremoto, la réplica y hace cinco o seis años, yo inventé el Terremoto Africano", señala, detallando que su particular trago consiste en vino tinto con helado de Piña.

La idea, puntualiza, es que la gente que le hace mal el vino blanco también pueda disfrutar de un sismo de alcohol. El concepto "Africano", en tanto, dice que nació por el Mundial de Sudáfrica 2010.