El Ford Galaxy del 66 fue un protagonista desconocido delregreso a la democracia. Terminó sucio y con abollones en la última revista delgeneral Augusto Pinochet cuando entregaba el mando del país en 1990. Así como quedó ycon poca bencina apenas alcanzó a recorrer desde el Congreso hasta cerroCastillo.
Gustavo Bassuare fue el primer hombre que endemocracia tomó el volante del Ford presidencial. Tenía 52 años y estaba jubilado de Investigaciones. Ya habíatrabajado como escolta de Salvador Allende y desterrado a un cuartel de Calama en los 80cuando el nuevo gobierno le ofreció ser el conductor oficial del entoncescandidato Patricio Aylwin.
El chofer de Aylwin sesabía de memoria la maniobra conocidacomo vuelta de fuga. Los más de mil choferes de la Policía de Investigaciones se la saben alrevés y al derecho, y eso que sólo hay un caso real ocurrido en 1986 tras el atentado aPinochet.
Los asistentespoliciales ganan poco más de 400 mil pesos, portan una 9 milímetros y recibeninstrucción para manejar, disparar, detener y allanar tal como si fuerandetectives.
Fernando Cabezas sesabe todas las maniobras operativas, pero además es el detective más cercano alPresidente. Le manejó el auto en las dos carreras por La Moneda y desde el 11 demarzo del 2010 se luce con el Ford Galaxy.
Tiene 33 años einstrucciones claras de no entregar el volante aunque el propio Presidente lesolicite manejar el Ford Galaxi o el automóvil Lexus que el Gobierno utiliza para el desplazamiento del PrimerMandatario.