Después de pasar más de 40 años con sus extremidades superiores amputadas, Baugh recibe brazos biónicos que le permiten volver a llevar su vida de forma normal.
Este avance fue gracias al esfuerzo de científicos estadounidenses que crearon un tipo de miembro protésico que se controla con la mente.
Baugh tuvo que someterse primero a una cirugía para que los nervios de su cuerpo se adaptaran a las extremidades mecánicas que le instalaron en la Universidad Hopkins, de Maryland.
Los médicos a cargo están sorprendidos por la rapidez con la que este paciente ha aprendido a manejar las prótesis. Michael McLoughlin, uno de los investigadores principales de este desafío, considera que "todavía queda un potencial enorme en el desarrollo de los dispositivos protésicos".