La aún reina del Festival de Viña del Mar, Kika Silva, cumplió con lo prometido y realizó su "piscinazo de despedida" antes de entregar la corona a su futura sucesora.
La modelo se tomó revancha tras la suspensión del tradicional evento en 2017 y se lució con un performance inspirada en los años 60'.
Al termino de su presentación, Silva reveló el motivo de este especial evento: "Muchos quedaron disconformes el año pasado, que se hizo bien para mí gusto, pero fue tanto el cariño que quisimos devolverles la mano".
Además propuso que "cada año la reina cierre su reinado con alguna actividad para cerrar el reinado".
Recordemos que la suspensión del piscinazo de Kika Silva se produjo luego de las protestas por parte de la población Felipe Camiroaga. Pese a esto, el evento se realizó al día siguiente, pero de manera mucho más sobria a lo que se acostumbra.