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Clave de vida marciana puede estar en Chile

La sonda Curiosity no va a Marte a buscar vida ni organismos vivos, sino rastros de químicos de ella. Y un hallazgo hecho en Chile puede ser la llave para ese descubrimiento.

Juan Jose Ulloa

Viernes 3 de agosto de 2012

Cuando la Mars Science Laboratory (MSL), el nombre técnicode la sonda Curiosity, esté en suelo marciano este lunes, se habrá concretadoel mayor logro de 30 años de investigación del planeta rojo.

Curiosity no va a Marte a buscar vida ni organismos vivos,sino que rastros de químicos que puedan ser relevantes para ella. Y un hallazgohecho en Chile es la razón de por qué la investigación se realizará de esamanera, según publica el diario británico TheGuardian.

Según plantea la publicación, para entenderlo hay que remontarsea 1976, cuando las misiones Viking de la NASA llegaron a Marte con dos navesespaciales idénticas que buscarían vida microbiana en el planeta.

Las sondas realizaron decenas de experimentos. Uno de ellosconsistió en añadir muestras de suelo a un caldo nutritivo para ver si algo seconsumía y surgía dióxido de carbono. Y para sorpresa de los científicosocurrió algo en los experimentos de cada sonda, hubo emisión de gas, perocuando se aplicaba calor a la muestra la respuesta se detenía. Hasta hoy eldesarrollador del experimento, Gilbert Levin, insiste en que encontró vida enMarte, pero pocos científicos están de acuerdo. Los experimentos de las sondasViking no tuvieron resultados concluyentes, y la posición oficial de la NASA esque la misión no detectó vida.

Nadie sabe realmente qué hizo que los experimentos tuvieranese resultado. Efectivamente pudo haber sido vida, pero también la reacción pudoser la compleja  química del suelomarciano. Las condiciones en la superficie de Marte son extremadamente duras; laradiación es intensa y si bien el agua existe, no en forma líquida. Losquímicos reactivos, como los oxidantes, pueden perdurar si no son lavados oneutralizados por otros agentes, como la humedad. Entonces, es posible que nosea una sorpresa que la adición de un caldo líquido haga efervecer muestras desuelo.

Debido a los confusos y no concluyentes resultados de lassondas, la búsqueda de vida en Marte se estancó por años.

 

Es difícil saber con precisión qué se debe buscar y cuálsería una señal  inequívoca de lapresencia de vida.  Si los científicos nose ponen de acuerdo sobre una definición de la vida como la que conocemos,  mucho menos lo harán sobre una posible y diferenteforma de vida. Y cuando la química del suelo es compleja y no conocida, elproblema es más difícil aún.

La luz podría estar en ambientes similares al de Marte, peroaquí en la Tierra. Marte es un planeta muy frío y seco, y la sequedad es elobstáculo grave: el agua es crucial para la vida conocida.

El lugar más seco de la Tierra es nuestro desierto de Atacama,y durante años los astrobiólogos han tamizado su suelo en busca de microbiosresistentes capaces de vivir en un terreno hiper-árido. Durante mucho tiempo sepensó que ninguna forma de vida podría soportar las condiciones de sequedad dela profundidad de Atacama, pero en 2006  JacekWierzchos, un químico de la universidad  española de Lleida, que visitó la zona, hizoun descubrimiento casual y crucial.

En la superficie seca y polvorienta del desierto hay innumerablesesculturas naturales hechas de sal. Wierzchos rompió una y se sorprendió alencontrar una capa oscura y distintiva en su interior. Al llegar a casa enBarcelona abrió sus maletas y dijo a su mujer con entusiasmo: "Tengo queir al laboratorio, sospecho que hay algo muy curioso".

Y estaba en lo cierto. Disolvió la roca y pronto descubrióque la rara coloración se debía a una serie de nuevas especies de microbios viviendodentro de la formación salina. "Mi campo visual estaba lleno demicroorganismos!" , recuerda.

¿Cómo lograron sobrevivir esos extraños microbios? Alparecer, la luz penetra la sal lo suficiente para permitir la fotosíntesis.Pero cómo obtenían el agua es lo más importante y sorprendente: unacaracterística distintiva de sal, conocida como delicuescencia, es su capacidadpara absorber la humedad directamente del aire. Esa propiedad es fácilmenteobservable al dejar el salero hogareño destapado por un tiempo, pronto la salen su interior estará húmeda.

Los microbios utilizan este recurso para sobrevivir. Aunqueel Sol del desierto calienta la sal durante el día, por la noche hay suficientehumedad en el aire para que ocurra la delicuescencia y los microbios sereconstituyan absorbiéndola. Así la vida puede continuar incluso si no lluevenunca.

 ¿Podrían losmicrobios de Marte vivir en un ambiente semejante? No es algo imposible. Losdepósitos salinos en el planeta rojo no son muchos, pero existen,  y aunque la atmósfera marciana es mucho másfina y con menos vapor de agua que el aire del desierto de Atacama, es posibleque en algunos entornos la absorción por delicuescentes pueda funcionar. Cubiertosde sal, protegidos de los suelos oxidantes y de la intensa radiaciónultravioleta, los microbios marcianos podrían ser capaces de hacerfotosíntesis, y, posiblemente, sostener un ecosistema liliputiense con restosde humedad impregnados en rocas de sal.

Si bien la sonda Curiosity no buscará esta específica posibilidadde vida,  si tratará de hallar compuestosorgánicos que insinúen alguna forma de biología marciana.

Mientras la sonda no realice ese hallazgo, nuestro desiertode Atacama alberga la analogía más cercana posible a la vida extraterrestre…según creemos.

 

Foto: Rocas de sal del desierto de Atacama/ Paul Davies