Uno de los problemas de la realización de grandes espectáculos es la gran cantidad de basura que genera el público. Para evitar que el Parque O'Higgins se convierta en un "vertedero" la organización de Lollapalooza implementó un programa de reciclaje denominada "Rock & Recycle".
Durante la primera jornada del certamen, participaron alrededor de 800 voluntarios, entre los que estaban los colegios ganadores de la competencia de reciclaje organizada por el festival, además de inscritos del público general.
Hasta el momento la campaña ha permitido que el parque se mantenga limpio y con los residuos bien clasificados. Si bien aún no se tienen cifras exactas, Álvaro Morales, director de medio ambiente y sustentabilidad del festival, destacó los resultados que está obteniendo la iniciativa:
"Estamos muy contentos porque el festival ha sido el cierre de una gestión de reciclaje y educación ambiental que se viene haciendo hace meses en colegios y parques para elegir y capacitar a los mejores voluntarios. Pero también nos pone alegres ver como el público e incluso familias también se hacen parte y se comprometen con nuestra tarea que se a ha transformado en un sello de Lollapalooza2, sostuvo Morales.
El encargado de Rock&recycle agregó que la iniciativa es similar a la que se implemente en Chicago:
"Este modelo hace que la separación de material para reciclar sea mucho más rápida y eficiente”, puntualizó Morales.