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Aprende a que tu mascota no esté expuesta a peligros durante Semana Santa

La visita del Conejo de Pascua y la presencia descuidada de los chocolates puede ser fatal para nuestras mascotas, pues contienen un elemento que al ser ingerido les puede provocar severas consecuencias.

24Horas.cl TVN

Jueves 13 de abril de 2017

Se acerca Pascua de Resurrección e inmediatamente visualizamos los posibles escondites para los chocolate. Sin embargo, en esta fecha muchos desconocen el peligro que conlleva descuidarnos con las sobras o paquetes abiertos que puedan quedar al alcance de nuestras mascotas.

 

El chocolate contiene un elemento llamado Teobromina, proveniente de la planta del cacao y éste puede resultar una sustancia fatal para nuestros animales si es que la consumen incluso en pequeñas cantidades. Los perros no pueden eliminar con facilidad el componente de su organismo y tal como nos pasa a los humanos, el chocolate también les resulta bastante apetecible.

En perros pequeños, el consumo mínimo puede ser fatal, pues según los índices de medición, la cantidad tóxica de Teobromina va de 90 a 100 mg por kilogramo de peso corporal del animal. De esta manera, ni siquiera es recomendable hacer la medición según la composición o el gramaje de cada chocolate, sino que en esta ocasión, lo recomendable es evitar darle chocolate a nuestra mascota.

Todo va a depender de la cantidad ingerida, el peso de cada animal y la cantidad de cacao y azúcar presente en el producto, pero debemos permanecer muy atentos a los siguientes síntomas para saber si debemos dirigirnos inmediatamente al veterinario más cercano: 

  • VÓMITOS.
  • DIARREA.
  • PÉRDIDA DE CONTROL DEL ESFÍNTER.
  • ESPASMOS MUSCULARES.
  • INGESTA EN DEMASÍA DE AGUA.
  • FIEBRE.

Todo lo anterior indica que tu perro puede estar sufriendo de broncodilatación, convulsiones o hemorragias internas y ante eso, como usuario y en caso de emergencia, sólo podemos practicar inducirle el vómito. No obstante, la recomendación de expertos de Pet Happy es llevarlo de urgencia al veterinario para ser sometido a un lavado gástrico que pueda eliminar el tóxico componente que se encuentra en proceso de absorción por parte del intestino.