"Este pobre gato llegó a nuestra clínica ayer luego de que su dueño fuera trasladado a un hogar neuropsiquiátrico".
Con esas líneas comienza la divulgación de la triste e impresionante historia de Hidey, el llamado "Gato Rastafari" que fue rescatado por el Centro de la Liga de Rescate y Cuidado de los Animales en Pittsburg, Pensilvania.
El animal fue abandonado involuntariamente por su dueño de 82 años, lo que causó que no tuviera una buena alimentación y menos el cuidado necesario de su pelaje, el que de tan largo le impedía caminar con normalidad.
“Al principio creí que se trataba de un gato que tenía una alfombra sobre su cuerpo, pero no”, dijo uno de los familiares del abuelo que, debido al avanzado alzheimer no puro cuidar a su mascota.
El Centro de rescate comenzó una dura labor por recuperar al gato, tanto física como emocionalmente, lo que pudieron conseguir gracias al amor y cuidados de los trabajadores.
“Nunca habíamos visto nada similar. Aún buscando online, pasé largo rato buscando un caso idéntico y no encontré nada. Es un caso único”, dijo Caitlin Lasky, una de las funcionarías del Centro.
Revisa la publicación de la historia en el Facebook del Centro de la Liga de Rescate y Cuidado de los Animales: