Nuevas investigaciones de la Universidad de Maryland muestran que la presencia de un perro como mascota puede reducir significativamente la presión sanguínea de su dueño mientras realiza sus actividades cotidianas.
El estudio, apoyado por el financiamiento del Waltham, Centre for Pet Nutrition, analizó a personas de más de 50 años de edad con prehipertensión o hipertensión moderada, y que además tuviesen mascotas. Los resultados arrojaron que su presión sanguínea disminuyó ante la presencia de los perros.
Según los especialistas, los análisis sugieren que los perros podrían ser un elemento efectivo en intervenciones con el fin de ayudar a ralentizar el desarrollo de la hipertensión en adultos mayores. "Bajar la presión sanguínea es la meta terapéutica más importante en el tratamiento de la hipertensión", dijo la autora principal del estudio, Erika Friedmann, profesora de la Universidad de Maryland.
"Este es el primer estudio que analizó la presión sanguínea en condiciones normales de vida en donde se convive con animales. Nos permitió evaluar el impacto en tiempo real de los animales de compañía en la vida cotidiana de sus dueños. El estudio mejora nuestra comprensión del posible efecto positivo de los perros en la presión sanguínea de quienes padecen de hipertensión. Las conclusiones también refuerzan el creciente corpus de evidencias que respaldan el papel terapéutico que los animales pueden desempeñar al mejorar la salud en general y cardiovascular", dijo la investigadora.
Los resultados demostraron que la presencia de un perro se asocia a una presión sanguínea sistólica significativamente menor (presión cuando el músculo cardiaco se contrae) y la presión sanguínea diastólica (presión cuando el músculo cardiaco se relaja).
Además, los investigadores analizaron el impacto de la presencia de gatos como mascotas en la presión sanguínea. Sus conclusiones muestran que, en promedio, la presión diastólica de un adulto mayor era menor y la presión sistólica mayor ante la presencia de su gato. Este resultado fue inesperado, pues hay estudios previos que demuestran la asociación de los gatos con menos estrés y con presión sanguínea diastólica y sistólica más bajas.