Salir a correr con la mascota se ha convertido en una tendencia que gana adeptos día a día. Y cualquier actividad física resulta beneficiosa tanto para el amo como para el perro. En efecto, los canes suelen ser muy buenos compañeros en el deporte, ya que son muy activos y tienen capacidad de aprendizaje.
Eso sí, antes de decidirnos por cualquier actividad deportiva para nuestro perro, debemos preocuparnos de chequear si su estado de salud es el óptimo. “Antes de sumar a nuestro perros a realizar actividades deportivas es fundamental una revisión por parte de su médico veterinario, quien determinará que la mascota esté bien de salud y que no tenga contraindicaciones para realizar esfuerzo”, indicó Francisca Montero, médico veterinario de Royal Canin.
Es importante siempre contar a mano con la hidratación necesaria y evitar exponer a nuestro perro al sol directo, sobre todo en lugares donde el asfalto o la arena estén demasiado calientes. Tomadas las precauciones necesarias, ya estaríamos en condiciones de elegir un deporte para él.
Hoy se han masificado diversas actividades, y algunas de ellas se pueden convertir en auténticos deportes caninos, incluso con competencias internacionales. Un ejemplo de ello es el Agility, que consiste en la superación de varios obstáculos por parte del perro, el que siempre es guiado por un conductor o guía.
Una actividad entretenida, en la que puede participar toda la familia, y que permite un buen ejercicio para nuestro perro es el Disc Dog o Frisbee. Este disco, generalmente de plástico duro, está diseñado especialmente para desplazarse por el aire un buen rato para que el perro pueda alcanzarlo en el aire antes de que toque el suelo. Este juego se puede realizar con otros elementos que se tengan a mano, como una pelota o un boomerang. Lo importante es que no sea lanzado de forma violenta ni que dañe los dientes de nuestro amigo canino.
Aprovechar los parques y plazas de nuestro alrededor se vuelven una gran instancia para realizar una actividad física que a la vez sea entretenida, y que presente grandes beneficios no sólo para nuestra mascota, sino también para nosotros mismos, además de ayudar a fortalecer las relaciones. Lo importante es que si nuestro perro no está acostumbrado a este tipo de ejercicio, se debe comenzar poco a poco y aumentar el esfuerzo paulatinamente.
Precauciones
No es recomendable que se ejerciten demasiado aquellos perros braquicéfalos o de hocico corto, puesto que les es muy difícil tolerar grandes esfuerzos físicos. “En casos de perros de tamaño pequeño o extremidades cortas no debemos sobre exigirlos y obligarlos a seguir nuestro ritmo, como por ejemplo, un trote o caminata larga”, indica Francisca Montero.
Tampoco es recomendable que practiquen este tipo de actividades los cachorros y perros ancianos, ni los animales muy grandes, ya que sus articulaciones se resentirían gravemente. En caso de perros diagnosticados con problemas articulares, existen alimentos de prescripción que pueden mejorar su calidad de vida, haciendo más llevadera su condición.
Finalmente y luego de una rutina de ejercicios, debemos facilitar el acceso de nuestra mascota a agua fresca y alimentos húmedos formulados especialmente para cada etapa de vida y necesidades específicas de nutrición, sobre todo en días de mucho calor.