Aún es mucho lo que desconocemos o malinterpretamos de los gatos, llevando a que en múltiples ocasiones no podamos cubrir sus necesidades básicas o que seamos incapaces de entender y respetar de mejor forma sus conductas y emociones.
Gaspar Romo, Médico Veterinario especialista en conducta en Edupet Santiago, dice que para mejorar esto, el primer paso que debemos dar para entender mejor su modo de experimentar el mundo es familiarizarnos con su origen.
El gato doméstico actual evolucionó a partir del gato silvestre africano (Felissilvestrislybica), una especie solitaria que, además de ser un excelente cazador, era también presa de otros animales de mayor tamaño. A partir de esto, son muchas las cosas que podemos entender mejor. Si bien a través de la domesticación los gatos han desarrollado la habilidad de generar vínculos sociales, las características de sus ancestros se siguen viendo reflejadas en la mayor independencia del gato en comparación con el perro.
Por otro lado, uno de los mayores reparos que hacen en contra de los gatos aquellos que no son muy adeptos a ellos, es que los perciben como animales “emocionalmente distantes”, sobre todo al compararlos con los perros. Esto pasa en gran medida por entender una vez más el origen del gato.
Cuando evolucionas como una especie social, como es el caso del perro, el expresar abiertamente tus emociones se vuelve crucial para la supervivencia y poder convivir con otros individuos dentro de un grupo. Sin embargo, en el caso de las especies solitarias, el expresar tus emociones puede ser contraproducente cuando tienes que competir contra otros individuos por sobrevivir. Es por ello que los gatos pueden parecer poco afectuosos o expresivos, pero ello no quiere decir que sean incapaces de experimentar emociones y de vincularse afectivamente con sus dueños.
En segundo lugar, para los gatos, diversas situaciones cotidianas pueden representar serias amenazas y conllevar un gran estrés, muchas veces poco percibido por los dueños. Cualquier cambio que ocurra en su territorio –nuevos muebles, cambio de disposición de ellos, cambios de casa– representará una situación estresante, por lo que es importante entender y respetar esto, anticipándose para que el gato tolere de mejor manera los cambios, cualquiera que estos sean.
Otro punto a considerar es que la conducta de caza en los gatos aún se encuentra altamente motivada, y por ello es crucial poder ofrecerles oportunidades para llevar a cabo estos comportamientos, principalmente a través del juego.
Por último, el entender que en la naturaleza su ancestro era una presa para otros animales nos permite entender por qué en general los gatos tienden a ser más inseguros que los perros y a mostrarse desconfiados ante situaciones que no les resultan del todo familiares. Es por ello que siempre debemos considerar otorgar en el ambiente alternativas que brinden la seguridad necesaria a nuestros gatos, como escondites donde puedan sentirse cubiertos y sitios en altura desde los que puedan monitorear su entorno y sentirse fuera del alcance de cualquier peligro potencial.
En este punto es muy importante entender que los gatos experimentan un mundo en el que es crucial moverse en las tres dimensiones y que, a diferencia de nosotros, que sólo nos movemos en el plano horizontal, para ellos el uso del espacio vertical es tremendamente relevante, por lo que debemos proveerles superficies en distintos niveles que puedan utilizar.
En definitiva, es de gran relevancia ser capaces de entender mejor cómo experimentan el mundo nuestros compañeros felinos, poder ponernos un poco en su lugar y, a partir de eso, lograr satisfacer sus necesidades para lograr un adecuado bienestar.